Una mujer se hace fuerte, determinada y emocionalmente independiente a partir de la experiencia, y no de las más felices sino de las más duras, las más tristes y las más difíciles de superar. Cualquier mujer puede recibir una educación maravillosa de sus padres y familia para hacerla un individuo fuerte, dueña de sus sueños y sus ideales, hacerla segura de sí misma y volverla precavida, sí, pero su dureza y fortaleza real no llega hasta que tiene experiencias de vida que le muestran todo eso de lo que sus padres siempre quisieron cuidarla.
Nadie puede entender las dificultades que viven otras personas si no han pasado por una. La empatía nace de la comprensión humana, de la sensación de emociones ya vividas. Por lo tanto, no existe una mujer fuerte que haya tenido un pasado fácil. No existe una mujer tan segura de sí misma, con la capacidad de alejar personas tóxicas de su vida, de decidir lo que es mejor para sí misma más allá de sus sentimientos si no tuvo experiencias difíciles en las que entendió que podía ser débil. Experiencias que le demostraron de lo que eran capaz de hacer las personas.
Una mujer fuerte se caracteriza por ser cuidadosa, por resguardar su corazón constantemente y la razón es porque ha tenido de frente el dolor, la angustia y la tristeza, y ella no quiere pasar de nuevo por lo mismo.
Construye un muro de protección muy alto y quienes quieran cruzarlo deben pasar muchas pruebas. Ese muro podría alejar personas que realmente estén interesadas en ella, pero ella no se arriesga, además, quien de verdad la quiere y desee demostrarle su amor insistirá hasta que ella comprenda que esa persona es real y honesta.
Esa actitud protectora de sí misma viene de la experiencia, de un pasado difícil. Quizá por un tiempo tomó la decisión de cerrarse por completo hacia el mundo y las personas. Pero ella va madurando, cada paso que da le hace ver la vida de una nueva forma, se vuelve a abrir a las amistades y al amor porque entiende que no todas las personas son iguales, pero que debe protegerse y ser precavida. Aprende que debe dar un voto de confianza para conocer sin tener que entregar por completo su corazón.
Ella se vuelve una persona más sabia en todo ámbito de su vida.
Y no tengas duda que es ese pasado difícil lo que la hace ser esa mujer maravillosa, que ya no tiene amistades hipócritas en su vida porque sabe cómo quedarse con las mejores.
Se convierte en alguien que no titubea cuando se trata de asegurar su propio bienestar. Alguien que conoce sus límites de tolerancia, que sabe muy bien lo que quiere y desea y ella misma se esfuerza por encontrarlo.
Se transforma en una mujer que no se conforma con poco, que si no recibe lo que quiere o no se siente amada dice adiós sin dudar. No existe una mujer fuerte que no haya tenido un pasado difícil, así que no te arrepientas de esas experiencias desagradables porque son las que mejor moldean tu personalidad para crecer, madurar y ser cada vez más y mejor.
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