Las relaciones emocionalmente abusivas son las más difíciles de escapar. No avergüences a las personas que no pueden alejarse de esas relaciones, ellas quieren, pero no pueden. Esas relaciones abusivas son tan difíciles de superar que pueden ser heridas permanentes en la vida. Esas personas abusivas se basan en la manipulación y la disminución para mantener en constante miedo a sus víctimas, así que no, no juzgues a esas víctimas porque no tienes idea del infierno en el que están.
No juzgues a estas personas por no haberse alejado a tiempo, porque es que las parejas que abusan emocionalmente no se muestran de esa forma desde el principio. Por el contrario, inician siendo los mejores, los más sinceros y amorosos, muestran colores increíbles. Y poco a poco van sembrando la semilla de la manipulación.
Llegan amables y te hacen sentir especial, te hacen creer que eres todo lo que habían estado buscando. No muestran sus verdaderas intenciones desde el principio, pueden pasar meses o hasta años antes de que su toxicidad se exponga por completo y te aplaste como un tren a toda velocidad. Cuando el control sobre ti es demasiado fuerte, sientes que ya no hay nada que puedas hacer para salvarte. Es difícil siquiera admitirlo.
Y cuando reconoces que debes alejarte del abusador, sientes que de igual forma no podrías seguir con tu vida sin esa persona. El abuso es tan fuerte que te aferras, te vuelves adicto al dolor, te acostumbras a las humillaciones, a las palabras hirientes, a sus deseos. Dejas de tener control sobre tu vida y crees que ese mundo es el único que puede existir para ti.
Si te sientes en la capacidad de reclamarle una ofensa, entonces ignora tu comentario como si fuera algo sin importancia. Te hace sentir culpable por haber dicho eso, te hace sentir culpable de esa ofensa, como si tú la hubieses motivado a que él la dijera. Y te lo crees, en verdad crees que toda tu miseria es nada más que tu culpa. Y eso te hace más miserable aun.
Sientes que tu vida es un círculo vicioso lleno de dolor. Te mantiene a tu lado, pero te hace sentir terrible, te dice que detesta la forma en que te vistes, en que miras, que detesta a tus amigos y hace que te alejes de ellos. Y tú en vez de comprender que debes alejarte, te aferras a la idea de que debes cambiar para complacerlo. Pero no es tu culpa y nadie puede juzgarte por ello. Cuando han jugado tanto con tu mente y te han maltratado, toda tu vida está herida.
Tu forma de actuar se basa en la sobrevivencia a su lado. Pierdes tu identidad, pierdes tus energías, tus sueños, todo lo que te hacía feliz.
El abuso emocional no es algo que disminuya con el tiempo, más bien evoluciona, empeora. Cada palabra hiriente te destroza como mil cuchillos atravesándote. El dolor por abuso emocional es mucho peor que un abuso físico. Las heridas son tan profundas que no hay forma de curarlas, después de ello solo se puede aprender a vivir con ellas.
No juzgues a estas víctimas, se atascan en esas relaciones hasta que consiguen encontrar de nuevo su voz. Y si no tienen a donde ir es más difícil alejarse, necesitan apoyo. No las juzgues, hazles saber que cuentan contigo.
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