Una persona que te haya engañado, que te haya mentido, desestimado, ignorado, que te haya dañado de cualquier forma, jamás será la misma persona que pueda ayudar a sanar. No cierres tus ojos ante la realidad. De esa persona debes alejarte, no darle otra oportunidad; quedarte a su lado con la esperanza de que enmiende todos los errores que cometió contigo es duplicar tu miseria. Es prolongar el dolor y vivir por completo insatisfecha.
La misma persona que te rompió no puede sanarte, aléjate de él. Aléjate de la sombra que te proporciona porque allí solo hay frío y oscuridad. Entiendo que temes alejarte de lo único que conoces, entiendo que te hable bonito, que te diga que lo siente y que lo quiere volver a intentar, pero necesitas ver más allá. Necesitas entender que quien daño ha hecho lo puede intentar una vez más, y cuantas veces quiera. No te aferres, no le cedas tu voluntad.
Necesitas desprenderte, alejarte, tomar las riendas de tu vida y tu bienestar. No puedes seguir creyendo que tu verdugo será quien te salve, no romantices su desamor y mal trato, no te quedes donde solo saldrás más lastimada. No permitas más dolor en tu vida, elimina de tus opciones ese cuento absurdo de fantasía, un hombre que te ha hecho daño, no puede ayudarte a sanar, para ello necesitas recuperarte a ti misma.
Antes de que cualquier persona pueda ayudarte a sanar, te necesitas a ti misma, observa lo que te está haciendo daño, acepta que te ha hecho daño y entiende que no puedes seguir al lado de esa persona porque el dolor solo empeorará y se hará más profundo e imposible de sanar.
No dejes que sea la persona que te ha hecho daño la que se encargue de sanarte, eso jamás será posible porque en primer lugar, para poderte recuperar, necesitas perdonarle y alejarte.
La distancia es la mejor medicina para empezar tu sanación. Quedarte cerca es recordar siempre lo que te hizo, darle una razón a lo que hizo, justificarlo y darle la oportunidad a que lo vuelva a hacer cuando quiera. Te quedas con el miedo y a la espera de que vuelva a pasar, aunque quieras creerle sabes que jamás podrás confiar de nuevo en que no vuelva a actuar igual. Lo sabes.
No te quedes a su lado por miedo o por capricho. Cualquier razón para quedarte a su lado está mal, está errada. Nada justifica que te quedes a su lado dándole la oportunidad de que “te sane”, tú tienes el poder de velar por ti misma, tienes que tomar el control de tus decisiones y tu felicidad. Mereces ser feliz, mereces superar a esa persona, y no lo harás si te sigues quedando con él.
Ya basta, no cedas tu vida a alguien más. Si le das esa oportunidad de sanarte, solo creerá con firmeza que te controla, que puede hacer contigo lo que quiera porque eres incapaz de alejarte.
Creerá que tendrá total dominio sobre ti y lo peor, es que sí lo tiene. Ceder es darle el poder de manipularte. Tienes que ser libre para curarte.
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