No debería suceder, pero sí pasa y mucho, que estamos con personas inseguras que no saben realmente lo que quieren. Algunas veces solo desean estar a tu lado, y otras veces creen que deben pensar en otras opciones. Nadie que sea sincero y honesto, y que solo desee amar y ser amado querrá estar con alguien así, que solo sabe jugar a frío y caliente. Sé que tú esperas la llegada de un gran amor, de una persona comprometida a fortalecer su relación.
Tú no quieres juegos, no te gusta fingir ni te interesan esas relaciones casuales. Tú quieres experimentar amor real, lo quieres todo y nada a medias. Que puedas verlo, que puedas sentirlo y que no existan dudas.
Quieres mantenerlo simple, o quiere estar contigo o no quiere, así de sencillo. No es algo difícil de entender, ¿cierto? Cuando estás realmente enamorado no tienes necesidad de encadenar, de jugar con la mente de esa persona ni manipularla. El amor genuino es libre, reconoce la importancia de la libertad de cada uno y ama inconmensurablemente.
Tú que anhelas un amor maduro y verdadero, no vas a estar dispuesto a aceptar juegos infantiles llenos de inseguridad. No vas a hacer que te persigan porque tú quieres compañía y no a alguien detrás de ti todo el tiempo. No cuestionas tus sentimientos ni te la pasas preguntando qué va a pasar con la relación. O te sientes bien con la relación o no. Si tienes dudas es porque no te conviene, y es mejor cortar con ese lazo. Evita hacer daño.
Cuando estás en una relación no quieres sentir la calidez y el afecto de tu pareja solo por un momento y que al siguiente se vuelva fría y misteriosa. No es que te sientas mal porque de igual forma puede que sea una persona amable, compasiva y amorosa, pero cuando hay tantos cambios de temperatura, te confunde, y tú no quieres vivir en confusión. Quieres sentirte seguro de la persona que está a tu lado.
Tú ya no quieres juegos, te cansaste de eso, ya no quieres que tu corazón sea objeto de burla y que tu mente se confunda. Ya no quieres sentir decepción, ya no quieres sentarte a esperar a que alguien se decida. O están contigo o no lo están. Así es como debe ser, y si esa persona no quiere estar contigo, a decir adiós porque mereces que te amen completamente y sin medidas.
Necesitas en tu vida más que falsas promesas, necesitas acciones, evidencias, realidades. Si sientes ese aire de inseguridad en esa persona, entonces dilo muy alto, di que no estás de acuerdo con cómo va su relación. Ya no quieres excusas, ya no quieres esperar; que se quede o que se vaya, pero que ya no juegue más a frio y caliente. Te la pasas esperando a que te amen como esperas que lo hagan. Y no pasa. Sigues esperando ese compromiso de esforzarse. Y no sucede.
Entonces ya no esperes, vete antes de que sea demasiado tarde, antes que el dolor se vuelva un problema enorme y te consuma. Amar de verdad es estar dispuesto a correr el riesgo de perderlo todo, y no temiendo siempre qué pasará o si tienes otras opciones. No, eso no es amor. Sé que tú estás dispuesto a correr el riesgo, pero no permitas que otros jueguen ese juego insensible contigo. Mereces lo mejor, mereces un amor de verdad.