Hay algo que te duele más que nada cuando se trata de dejar ir a un amor, un hubiera. Esa idea que te atormenta la mente pensando que las cosas pudieron haber sido diferentes. ¿Sabes por qué? Tú sí eres de las que lo hubiera esperado, porque tus emociones rara vez tienen fecha de caducidad. No eres de las que dejan entrar a cualquiera. Eres muy intensa cuando amas y eso te impide ir saltando de un corazón a otro. Sin embargo, duele, darte cuenta de que por más lealtad que le tengas a alguien no es suficiente para que decida quedarse a tu lado. A veces, no quieres, pero tienes que soltar, ver tu reflejo y recordarte que vas a estar bien. Pero, ¿Cuáles son las razones por las que no puedes sacarte del alma a tu ex?
Lo primero que quiero decirte es que tengas paciencia, no intentes disimular que estás bien cuando no es así, porque lo único que vas a lograr es tragarte tus emociones y ahogarte en un mar de lágrimas interminable. Eres una persona sencilla, romántica, encantadora, eso hace que te sientas el doble de destrozada. Pero, date la oportunidad, sí, de que te duela el corazón hasta que ya no puedas más. Necesitas limpiar hasta la última gota de su esencia para poder sanar, pero es un proceso largo y no lineal. Habrá días en los que te vas a sentir de maravilla y otros en los que no vas a avanzar. Quizás es tiempo de poner atención en lo siguiente, confía en ti.
Estás viendo sólo lo bonito
Es muy común que después de una ruptura te enfoques en aquello que te hizo sentir la mujer más amada de este mundo. Los expertos lo llaman recuerdo eufórico, es decir, todo aquello que te provocó emociones positivas que te hacen borrar lo negativo. No estás recordando las cosas por completo y eso se puede volver una adicción para tu cerebro, porque le das satisfacción y te hace creer que extrañas a tu ex. Eso es prácticamente como cerrarte a la idea de seguir avanzando. Lo mejor que puedes hacer es ver las cosas claras, haz una lista, coloca lo bueno y lo malo, sin hacer trampa para que la balanza te diga la verdad.
Lo estás idealizando
Pregúntate, ¿A quién extrañas? Tal vez ese ex perfecto, sólo existe en tu imaginación y no lo has notado. Te has empeñado tanto en enamorarte que lo has idealizado a tal grado de que justificas cada una de sus acciones. Debes saber que la pareja perfecta no existe y que es posible que encuentres a alguien más, no te metas esa idea en la cabeza de que ha sido lo mejor que pasó por tu vida. Le has hecho creer a tu mente que es tu alma gemela, pero tal vez el trasfondo de todo es tu baja autoestima. ¿Sientes que eras demasiado para él?, ¿No confías en que te mereces algo mejor y que llegará?, ¿Por qué te desvalorizas tanto?
¿Quieres que sufra?
Te quieres hacer la idea de que tu ex ya salió de tu corazón, pero en realidad la sed de venganza está gritando que no lo has superado. No es sano para ti que guardes rencores ni sentimientos negativos por alguien de tu pasado. Si lo haces tu mente hará que el proceso de soltar sea demasiado largo. Entras en un juego masoquista, en el que lo quieres y lo detestas al mismo tiempo, pero no lo sueltas. ¿Qué es lo que te da miedo?
No has cortado el contacto
De nada sirve decir que ya cerraste el ciclo, si en realidad sigues pendiente de todo lo que tu ex sube a redes sociales. Si todavía mantienes el contacto es imposible que entres al período del olvido, necesitas tiempo y espacio. Porque le estás diciendo a tu corazón que existe una posibilidad de reencontrarse. No sólo en redes, también físicamente, evita salir a los sitios en los que sabes que va a estar y hablar con la gente que frecuenta. Te estás haciendo daño.
No has asimilado que ya se terminó
Es probable que por fuera aceptes que cada quien tiene que seguir su camino, pero por dentro no es así. No te autoengañes, estás tratando de darle sentido, necesitas aceptar las cosas tal y como sucedieron, no las adornes. Lo suyo ya es cosa del pasado y si no le pones un cierre vas a cargar con un fantasma que te impedirá tener nuevas relaciones. Te estás obsesionando, porque tu ego quiere encontrar un culpable o una solución. Ese no es el punto, aquí lo importante es que debes dejar ir.
Te olvidaste de ti
¿No te diste cuenta? Dejaste que la relación te llegará hasta el cuello y te perdiste. ¿Quién eres? Te convertiste en su pareja y tu individualidad se fue apagando poco a poco. Eso hace que se vuelva más difícil dejarlo en el pasado, porque no sabes qué hacer sin él. Tienes que volver a reconstruirte y recuperar lo que te hace vibrar. Él no es tu felicidad, que te quede claro, tú decides con quién compartirla.
Te estás obligando a esconder las lágrimas
Sí, puedes llorar hasta que te canses y seguir siendo una mujer fuerte, eso no significa que no te vas a volver a levantar. Te creíste eso de que las mujeres que no lloran son las que superan la ruptura, pero no. El dolor es parte de la sanación. Tienes que agotar todas tus posibilidades, dejar que salga todo. Has acumulado tanta basura emocional que ya no sabes qué hacer con tanto. El sentimiento de tristeza es necesario y la soledad también, por favor, no te reprimas.
Abriste otra herida
En algunas ocasiones no lo percibes, pero es posible que ya lleves un tiempo arrastrando heridas del pasado, mucho antes de la ruptura con tu ex, así que al caer en un bajón emocional se hacen presentes. Es posible que en tu infancia haya cosas no sanadas, que te hacen sentir el doble de peor. Quizás tienes miedo al abandono y eso despierta tu parte insegura, te rompe. El hecho de terminar cualquier relación te altera.
¿Qué sigue en tu historia?
Si llegaste hasta aquí, seguramente, tu perspectiva cambió. Ahora, sabes que decir adiós no es tan simple, porque se mueven muchísimas piezas en tu interior. Si sientes que no estás avanzando y que has caído en un ciclo, es momento de pedir ayuda. La terapia puede llevarte a la sanación de una manera más rápida y segura. Quizás, es momento de ir hasta el fondo de tu angustia.
No te quedes esperando a que el tiempo pase, no siempre es eso, tienes que actuar, hacer algo distinto para obtener resultados distintos. Se trata de abrazar tu autonomía hasta que te sientas completa. Porque no necesitas una media naranja para reconocer tu valor. Extrañar a tu ex es normal, pero permitir que afecte tus actividades cotidianas es lo peor que puedes hacer.
Recuerda, el dolor no es opcional, pero padecerlo sí. No estás aquí para sufrir ni para dejar que alguien que no te valoró siga afectando tu vida. Te mereces volver a empezar, pero necesitas aceptar que en esa relación ya no habrá reconciliación. No hay más.
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