Los hombres, cómo bien dicen, nos movemos por el físico. No es del todo incierto, pero claro está, que hay otras cosas que nos gustan más de las mujeres y que nos despiertan el enamoramiento y las ganas de estar más tiempo con una mujer. Hay cosas de una mujer que hacen que la veamos distinta a las demás: Y no siempre es el físico… porque, que estén buenas hay miles, pero que hagan que tú ames quedarte a su lado, no hay tantas. Y hay una razón que hace que desees ir al fin del mundo con ella.
A los hombres también nos preocupa la sinceridad y nos fijamos, aunque no lo veas o no lo creas, en las intenciones de una mujer. Cuando existe un “feeling” o alguna cosa que nos dice que esa mujer podría ser una futura persona para amar, (cuando hay una amistad cercana), claro está que nos fijamos en si se comporta de la misma forma con nosotros, que con los demás.
Nos gusta que sea una mujer que no sobreactúe y que sea igual con todo el mundo. Nos fijamos en cómo trata a sus amistades o familiares, e inconscientemente, nos fijamos en si nos trata a nosotros de la misma forma. Es decir, miramos si con nosotros es la misma mujer transparente y humilde que con los demás. Esto nos hace ver distinta a una mujer.
Es paradójico, porque por una parte vemos que es igual con los demás que contigo mismo, pero al mismo tiempo, nos hace verla distinta porque en su naturalidad y humildad nos hace ver una gran mujer y una mujer que para uno, es única. Una mujer cercana y real para todo el mundo.
Su sinceridad se nota en su rostro, y ojos, y sus expresiones son como uno espera. No hay sorpresas extrañas.
Aunque no lo creas, todos tenemos un gran psicólogo adentro y sabemos detectar cuando una persona es sincera o si de lo contrario es más bien falsa o manipuladora.
Los hombres vemos a una mujer distinta, cuando nos enamoramos de esa magia natural y de esa sencillez neutral, y de gran hermosura, que muchas mujeres tienen.
Vemos distinta a esa mujer que nos gusta y nos hace sentir bien, es decir, que a su lado nos sentimos tal cual somos y que no necesitamos aparentar nada. Siempre creo que si te sientes bien al lado de una persona, es porque dicha persona está en las misma sensaciones que tú, (en la misma onda).
Si ella vive aparentando lo que no es, hará que tú no te sientas bien y te sentirás como en la obligación de aparentar como ella. ¿No sé si me entiendes? Lo que vengo a decir, es que cuando una mujer aparenta ser lo que no es, incómoda y difícilmente estarás bien a su lado. No la verás distinta, sino más bien de otro planeta al cual no desear viajar.
Cuando ves distinta a una mujer, en realidad la ves cercana y parecida a ti. Por eso la encuentras distinta porque sientes que con ella te sientes más bien que con cualquier otra mujer.
Dile: afinidad, complejidad, amor, amistad, unión, física o química, buen rollo, felling… Es justamente eso que la hace distinta, el hecho de que encuentras muchas cosas semejantes en ella y eso te acerca.
Puede ser diferente como persona, pero semejante y eso la hace distinta y única. Es mágico y bonito, es amor y cortejo. Por eso nos gustan algunas personas, porque las vemos diferentes y semejantes. Únicas y próximas.
Las vemos en nuestra sintonía y al mismo tiempo nos hacen soñar con su diferencia.
Es mágico y bello.
Autoría: Albert Espinola © Todos los derechos reservados.