No siempre ser espiritual significa acudir a culto o tener conocimientos de múltiples ideologías o religiones, supuestamente espirituales. Ser espiritual significa que, creas lo que creas, o acudas a las religiones que acudas, lleves a cabo una práctica interna para mejorar tu mundo más esencial. Significa también que puedes estar con armonía con tu mente, mediante la experiencia y la práctica de una serie de actividades de autoestima superación personal. Prácticas que te llevan a conseguir un crecimiento interno que te beneficia a ti y a los seres que te rodean. En definitiva, te conviertes en una persona de amor, paz y empatía. Una persona que sabe en todo momento trabajar en beneficio del bien y eliminar de raíz todo aquello que es malo para uno mismo o para los demás.
Una mujer espiritual, es una mujer observadora
Una mujer espiritual es aquella que ya ha sufrido mucho. Es aquella que no reza para evitar ir al infierno, sino que más bien ya ha venido de él. Y que llegado a cierto punto de su vida, después de mucho sufrimiento, ha comprendido que el mejor regalo que se puede hacer en esta vida, es el de trabajarse internamente, aplicando el verdadero amor propio. Ese que busca el bienestar de cosas que residen dentro, evitando buscar aprobaciones y felicidad, de cosas externas.
Ella todo los días se cuida con mucho amor propio, pero no sólo físicamente para verse más bonita, sino que se cuida de su propia mente de apego para sentirse más libre. Para poder vivir de una forma más apacible, en la búsqueda de esa paz mental que la libera de cualquier sufrimiento que pueda originarse de forma externa. Es decir, ella, a través de su trabajo personal, recibe todo lo del exterior con mucha más gratitud y con mucha más tolerancia. Su paz mental vital, le permite saber cómo afrontar los problemas y los acontecimientos negativos que la vida, las relaciones, o sus mismo actos, le invitan a vivir en su día a día.
Ella ha aprendido a observar sus propios estados mentales, para lograr comprender que ella no es lo que siente o piensa, sino que más bien dichos pensamientos o sentimientos provienen de sus malos hábitos, (sus perturbaciones mentales) que allí han residido desde su misma infancia. Para observar y observarse, puede darse cuenta, con mucha humildad, donde falla. Y gracias a esto puede convertirse en una mujer practicante y remodeladora de su propia conducta, o forma de hacer, y responder frente la vida.
La mente y sus engaños
En nuestra mente residen, o viven a sus anchas, toda una serie de engaños o toxicidades, como el apego, el miedo, el odio, los celos, etc. Y dichos estados mentales, o malos hábitos, son lo que nos hacen responder frente los acontecimientos de la vida, de un modo u otro. Estos malos hábitos todos los seres humanos los tenemos, y se dan a causa de la falta de la educación correcta en la infancia y en las conductas sociales que vamos absorbiendo del mundo que nos rodea, y que con facilidad podemos emular o copiar.
Un niño de muy corta edad, no responde con odio o avaricia, sin embargo con los años va aprendiendo dichas cualidades viendo el reflejo de otras personas que fomentan, sin darse cuenta, dichos comportamientos.
Llegados a una edad, todo los que percibimos del exterior lo afrontamos mediante estos malos hábitos, como por ejemplo: respondemos con celos cuando nuestra pareja habla con otra persona que podría ser competencia directa de nosotros mismos.
Y cómo este ejemplo los puede haber infinitos, pero con cada una de las malas cualidades que nos hacen responder, o comportarnos de cierta forma, frente eventos que vamos viviendo o encontrando.
Porqué una mujer espiritual logra olvidar a su EX y encontrar el amor verdadero
Una mujer espiritual, ya sabe que estos malos hábitos viven en su interior, y llega un día que decide trabajar para sanar su cuerpo y mente, de estos venenos. De igual forma, que si te envenenarás por error, irías corriendo a sacar como fuera ese veneno de tu cuerpo, ella ha decidido erradicar esos venenos de su día a día y de su forma de actuar frente a todo en su vida.
Mediante su propia observación, es consciente cada vez que uno de estos venenos afloran para así no reaccionar de forma habitual y tóxica. Se dedica a observarse y a no darle la mano a dichos estados, para no permitirles su magnificación o libre albedrío. Ella los observa y trabaja con mucho amor propio en solucionar cada una de las situaciones que se encuentra en la vida. Digo amor propio porque en realidad, trabajar en esto, es el auténtico camino de la felicidad interna, esa que te da paz mental y te garantiza que sí estás actuando con mucho amor personal.
Cómo erradicar los malos hábitos como el apego
Para poder erradicar dichos estados, es muy importante conocerlos, reconocerlos en ti, y desde allí, con mucha humildad y trabajo, observarlos y mejorarlos. Por ejemplo, si sientes que algo que deseas, que te está generando un deseo incontrolado o te está generando sufriendo y apego, lo que debes hacer es no responder a favor de ese deseo. Frente a esa sensación.
Supongamos que un chocolate te llama. Supongamos que te da incluso ansiedad por comerlo. Y que encima sabes que te hará sentir mal haberlo consumido por X circunstancia. Pues lo que puedes probar es que, en vez de cometerlo, automáticamente, lo tires a la basura. Poniendo en práctica el desapego inmediato, provocando así que ese deseo incontrolado por comer ese chocolate, pase a ser rechazo hacia ese objeto. Dado que ahora, está repleto de mal olor y sucio por estar junto a esa basura que allí reside.
Automáticamente las ganas de comerte ese chocolate, desaparecen. Y aunque digas: “¡ya, pero podría coger más!”, o, “¡pero las ganas de buscar otro chocolate limpio siguen estando en mí!”. Sí, es cierto, pero ya has plantado una primera semilla de desapego. Ya has afrontado ese desvínculo afectivo por una vez. Y de eso se trata, de ser un prácticamente constante de desapego. De llevar a cavo esa práctica más veces, para que así puedas familiarizarte con esos actos de desvinculación afectiva o erradicación de deseo incontrolado, con el fin de aprender a poder vivir cada momento sin la necesidad de llevar a cabo esos “yo quiero”, “yo deseo”.
Mediante esta práctica, podrás sentir frustración. Pero debes tener en cuenta que no debes odiar dicha práctica, porque ella en sí no es ni mala ni buena. Eres tú quien le atribuye ciertas cualidades según lo que ella misma te aporte en ti y en tus sensaciones. Por lo que aquí, también tienes un gran trabajo a realizar, el de poder contemplar que las cosas no son ni buenas ni malas, sino que es tu apego el que les atribuye ciertos intereses o cualidades,. Y que se relaciona con dicha práctica (o cosa), según el grado del mismo. Por lo que viéndolo así, la culpa no es de nada externo, sino de tu mente y tu proyección mental hacia las cosas que te rodean. Todo depende de tu apego.
Conclusión:
Una mujer que se trabaja a sí misma, mediante la observación y corrección de sus malos hábitos, es capaz de acercarse al amor verdadero. Ese amor personal que busca la paz interna y que le porta una felicdidad más real y regular.
Una mujer que es espiritual, puede olvidar, (o más bien superar el dolor que pueda comportarle una separación), con mucha más facilidad. Ya que en ella reside la paz mental, el desapego, y frente a esto no hay nada externo que pueda dañarte o hacerte sufrir con la misma intesidad que pueden hacer sufrir las cosas cuando vives muy sometido dentro de tus perturbaciones mentales y el apego.
Una mujer espiritual, sabe vivir con mucha más flexibilidad, gracias a su trabajo de observación y corrección interna, y eso le da un amor propio tan profundo que nada la puede perturbar. Siente que nada ni nadie le hace falta para vivir, porque todo lo que siempre ha buscado lo ha terminado encontrando dentro de sí misma. Ni un hombre, ni una separación, ni nada en absoluto le genera llanto. Disfruta mientras puede y si algo no le da bienestar, simplemente prescinde de eso y punto.
Y recuerda, una persona espiritual, ya estuvo en el infierno, ya sufrió, ya se canso de no aprender y por eso, después de mil batallas aprendió y se convirtió en una verdadera amante de la vida. Ya no hace dramas si no que construye su mundo a su manera. Es una persona realmente increíble que enamora y que vive enamorada de la vida.
Autor: Albert Espinola © Todos los derechos reservados. 🔥 Más contenidos en Instagram: @albertespinolafont