Antes que nada, no hay venganza que pueda realmente curar tus heridas, menos si el daño que piensas hacer es a otra persona que nunca te hizo nada. Si crees que el universo va a sufrir porque le hagas a alguien más lo que te hicieron a ti, estás totalmente equivocada. La vida no sufre por lo que las personas deciden hacerse entre sí, solo las personas se dañan entre ellos y a sí mismas.
El amor a veces puede ser desgarrador, quizá has tenido la terrible suerte de tener un fracaso tras otro, y en última instancia creas que todas las personas son iguales. No todos los son, y una venganza personal al dañar a otra persona más porque crees que eso te hará sentir mejor, a la larga solo te convertirá en un monstruo.
Eres una buena persona, y no deberías cambiar eso por culpa de otras personas malas. Mira bien quién eres y no pierdas tu esencia por influencia de alguien más. Tú tienes el poder sobre ti para dejar entrar a quien quieres en tu vida. Aprende las lecciones que aquellas traiciones te han dejado. Reconoce las señales cuando alguien simplemente no te quiere y aléjate a tiempo. Esas son las cosas con las que debes luchar.
Emprender una venganza con alguien más es signo de inmadurez. Sé que es difícil comprender las razones detrás de un engaño, y no deberías tratar de entenderlo pues eso es lo que te amarra al dolor. Las personas a veces son malas por placer, o porque las circunstancias las llevaron a ello. Las víctimas de engaño abundan y se siguen multiplicando, el mundo está hecho de diferentes personalidades y las consecuciones de las acciones llevan a muchos a hacer cosas que no sabían que harían.
Castigar a un inocente por el delito de un culpable es absurdo e inútil. En vez de darle solución a un problema haces que se prolifere. ¿Imaginas cómo se sentiría esa persona que engañas solo por vengarte de alguien más? No está en ti hacer que otros paguen por los errores de los demás, a eso se le llama tiranía. Y tú no eres una tirana, eres una mujer bondadosa que sufrió mucho, que tuvo que pasar cosas terribles, y que seguramente desearías no haber pasado por todo eso.
Pero la vida son pruebas y está en ti el aprender sobre esas mismas pruebas para poder superarlas, entenderlas y seguir adelante con más sabiduría. No permitas que la rabia y la indignación gobiernen tu mente, eres mucho más fuerte, debes luchar para ser una mejor persona, no para convertirte en alguien desagradable.
Además, jamás podrás repararte del dolor y de un corazón roto rompiendo a alguien más. No lo vale, no ganas nada, por el contrario, pierdes mucho más. Pierdes tu integridad, tu esencia y la esperanza de volver a amar. Debes centrarte en recuperarte de la manera correcta, aprendiendo la dura lección. Identificando las señales de una relación dañina.
Mereces ser feliz, y dañar a otro no forma parte de ese plan de felicidad para ti. No te pierdas buscando lo que no debes buscar, lo más importante es encontrarte a ti misma.
Texto original: albertespinola.com © Todos los derechos reservados