Es cierto, no todos los hombres son iguales, pero los que engañan difícilmente cambian, sólo se vuelven más creativos a la hora de dar explicaciones. Hay quienes genuinamente creen en la idea de que tener relaciones con otras mujeres no cuenta como infidelidad, pues lo ven como un mero acto. Es como si tuvieran una necesidad en su interior y al no satisfacerla pierden el control de todo. A veces, es por problemas de pareja y otras por fantasmas que vienen arrastrando desde la infancia. El hecho es que una mujer es engañada, le mienten y encima pretenden manipularla.
Definitivamente, la mujer la pasa muy mal, porque no sólo tiene que lidiar con sus miedos e inseguridades, también tiene que buscar la razón de por qué el hombre que dice amarla termina constantemente en otros brazos. No es justo que minimice su acción, porque eso es sinónimo de ignorar sus emociones. Es duro para la víctima escuchar que un hombre tiene necesidades y que no debe perder las oportunidades que se le presentan. Duele ver que usan la biología para no asumir las consecuencias de sus actos, como si realmente no pudieran evitarlos.
Te hace sentir que tú eres la culpable
Pero, ¿sabes qué es lo más te parte el alma? Que te haga sentir que no eres suficiente, que te use para salir bien librado, diciendo que si le pusieras más atención y que si lo complacieras en la cama, las cosas serían diferentes. ¿Qué tan bajo debe caer un hombre para sentir la necesidad de humillarte? Decir que todos lo hacen, que se dejó llevar, que si no te hubieras descuidado, que si el trabajo fuera menos estresante, que sólo fue un beso, que su padre también lo hacía, que sólo son coqueteos por mensajes, todo eso, no es más que la representación de su falta de madurez.
El infiel se cree sus propias mentiras, se autoengaña y pretende que tú también caigas en sus falsedades. En el fondo sabe que su comportamiento no es aceptable, porque te daña y se supone que tienen un acuerdo de exclusividad. No se vale que después de todo el dolor que causó, no tenga los pantalones para decir que sí lo hizo. Estas son algunas de las razones por las que probablemente jamás lo va a asumir:
No es un hombre seguro: por lo general, un hombre que se acuesta con otras mujeres teniendo pareja, es alguien que carece de autoestima, tiene tantos miedos e inseguridades, que para sentirse atractivo o valorado, necesita ser infiel con el objetivo de reforzar su ego, quiere sentir que vale la pena.
No sabe cerrar ciclos: la falta de comunicación en una pareja es fundamental para mantener el lazo por un largo tiempo. A veces, la llama se apaga y ninguno de los dos dice nada. Ese hombre en el fondo sabe que ya no es feliz en su relación, pero no tiene la suficiente inteligencia emocional como para afrontar la situación y en lugar de terminar, engaña.
Es problemático: ten cuidado con las banderas rojas que emite un hombre que tiene problemas con la bebida u otro tipo de sustancias. Es sinónimo de que no tiene estabilidad en su vida y que claramente lo que consume afecta su comportamiento. De hecho, es probable que tenga una adicción a estar con otras mujeres, es su lado compulsivo, el que no puede controlar.
No ha entendido lo que es el amor verdadero: un hombre infiel puede sentirse confundido respecto a sus emociones, tiene la idea de que lo romántico es vivir el momento, los primeros meses bonitos, por eso se engancha con otras mujeres, para experimentar esa parte. No se ha dado cuenta de que una relación sana se construye todos los días y que no es un cuento de hadas.
Le falta madurez: un hombre infiel, poco sabe de lo que significa un compromiso, no ve más allá de sus acciones, asume que basta con que tenga novia o esposa, para que eso dure para siempre y por ello no le importa la monogamia. De ahí que no le parece nada grave tener relaciones con otras mujeres.
Quiere encajar con los demás: por supuesto, un hombre inmaduro sigue siendo el niño desesperado que busca que el resto lo reconozca y por eso cae en el juego de seguirlos. Quiere que lo noten, que vean que él también es capaz de tener a la mujer que se le antoje y luego regresar con su pareja oficial como si nada.
Abuso en la infancia: también existe la posibilidad de que ese hombre haya sido un niño abusado de distintas maneras, ya sea a nivel emocional o físico. A veces, tener relaciones desenfrenadas ayuda a anestesiar el dolor de los fantasmas del pasado, pero sólo es por un rato, por eso vuelve a hacerlo.
En conclusión, el hombre tiene la necesidad de estar con muchas mujeres, por distintas razones. Sólo tú y él pueden determinarlas, hablando. Sin embargo, no deberías obligarte a perdonarlo, puedes ser lo suficientemente empática para comprenderlo, pero eso no significa que debas poner en riesgo tu felicidad quedándote a su lado. Hay infieles que cambian, pero otros nunca lo harán y ahí es cuando tú te debes querer más.
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