Las relaciones de pareja no son como un juego al que puedas decidir jugar cada vez que quieras. Las relaciones son un tema tan profundo que una ruptura puede equivaler al sufrimiento de la pérdida de un familiar, y hasta peor.
No sé cómo actúes tú después de la ruptura de una relación muy importante pero a lo que a mí concierne, no se trata de ganar o perder. No importa quién sale victorioso o no después de una fuerte disputa que fue capaz de acabar con lo que tenían juntos, en su lugar, lo más importante es centrarse en encontrar la VERDADERA FELICIDAD haciendo lo que sea más acertado para recuperar tu salud mental y emocional.
Que no te importe lo que los demás vean de ti sino cómo te veas a ti misma.
Poner punto final a una relación que se suponía que era todo tu mundo y tu futuro es algo en verdad doloroso. Por más que quieras no sentir, por más que tu mente te dicte salir de la agonía, todo tu organismo se revuelca de dolor por la pérdida. Todos en algún momento pasamos por ese trago amargo de decir adiós a alguien muy importante. También seguro has tenido que dejar ir a tu pareja más por tu bien que por cualquier otra cosa.
Todos hemos experimentado el desamor, la desdicha de no ser correspondidos. Y tú lo entiendes porque en algún momento no solo te pasó sino que además lo aceptaste así, sabiendo que su amor por ti no era tan intenso como el tuyo.
Todos nos hemos quedado solos en algún momento con el corazón roto. Todos nos hemos mostrado vulnerables y pusimos toda la confianza en alguien que no le importó usar eso en nuestra contra. Todos hemos experimentado agotamiento, inseguridad y fragilidad para poder seguir adelante después de esa ruptura. Así es como muchos, eventualmente, terminan refugiándose en otras almas.
Es cierto que encontrar la fuerza para ponerte de pie y visualizar un sendero hacia el futuro es una tarea desafiante. Pero seguir adelante después de una ruptura no significa que debas entrar a una nueva relación. No se trata de empezar una búsqueda frenética de una nueva pareja como solución al dolor. Esas son formas fáciles de ocupar tu mente y poner una venda frágil sobre la herida; aunque a algunas personas les funciona para olvidar.
Pero refugiarse en otra alma no te ayudará a curar tus heridas definitivamente ni a superar el dolor.
Seguir adelante es en realidad encontrarte a ti misma. Dejar ir bien lejos todo eso que te hizo sufrir, tener de vuelta el control de tu vida y de tus decisiones. Seguir adelante es permitir que la luz vuelva a entrar a tu vida después de haber estado mucho tiempo en la oscuridad. Se trata de tomar los conflictos en tus propias manos y hacer lo que es mejor solo para ti. Pensar en tu bienestar.
La verdadera forma de seguir adelante no es buscando a alguien más, es buscándote a ti misma. Perseguir tus deseos más profundos, nutrirte, curar tus heridas y hacer los cambios necesarios para ser más fuerte y precavida a futuro en las relaciones. Tampoco es que deba decirte cómo vivir tu vida y cómo resolver tu situación, pero si quieres realmente superar la angustia y el dolor, debes ser lo suficientemente valiente para enfrentarte a ti misma, para evaluarte emocionalmente. Debes enfrentar tus desafíos por ti misma y jamás depender de alguien más para sentirte mejor.
Bueno, todas las personas somos diferentes y nos aferramos a ideas diferentes sobre cómo superar una ruptura. Pero debes saber que seguir adelante no siempre significa lo mismo para todos. Hay quienes siguen adelante con una nueva pareja y quienes lo hacen aislándose y encontrando primero la felicidad en sus almas.
Al final, seguir adelante es simplemente hacer lo que sea mejor para ti, para tu bienestar. Para mí, es liberarse de los apegos a la relación anterior y conocer de frente el rostro propio de la felicidad.