Hay muchas formas en las que puedes darte cuenta que tu pareja ha dejado de sentir ese amor que antes sentía y demostraba a cada rato. Esa es la primera señal, tu propio instinto, si sientes que algo ha cambiado, que ha dejado de tener ese afecto genuino que siempre tenía, entonces el amor se está acabando.
Tú mejor que nadie conoces su comportamiento, sus hábitos, sus palabras, así que cuando lo sientes, solo tienes que verificarlo con los indicios. Es triste en verdad darte cuenta de ello, por lo que seguramente primero estarás renuente a aceptarlo, así que si tienes la duda, antes que nada, debes mantener tu mente abierta a la posibilidad.
Un hombre que ha dejado de amarte ya no tiene conversaciones largas y profundas contigo. Aunque en un principio no tengan mucho de qué hablar, cuando tienen mucha afinidad las palabras salen y saltan de un tema a otro con facilidad. Si eso ya no sucede, preocúpate. De la misma forma, fíjate en la forma en que te saluda al llegar y al irse, cómo se acerca a ti para hablarte de cualquier cosa, si lo hace con confianza o como si dudara en hablarte o no. Un hombre que ya no siente amor prefiere evitar cualquier contacto y hace lo mínimo necesario.
Otra opción es el tiempo que tiene disponible para ambos como pareja. Si antes sacaba como fuera el tiempo para compartir contigo y lo emocionaba y ahora parece no importarle cuándo es que se ven, entonces, algo pasa. Su amor ha disminuido, y una vez que baja es casi imposible elevarlo de nuevo. Las excusas constantes, que deshaga los planes que ya habían hecho, todo eso muestra que ya no quiere compartir contigo y lo que también es posible, es que te esté engañando.
¡Alerta! En ese trayecto de descubrimiento no olvides que cualquier cosa que concluyas siempre debes pensar en tu bienestar primero antes de decidir cómo actuar.
Algo más que suele ser una alarma que indica que su amor se está acabando es que adopta una actitud egoísta. Empieza a hacer sus cosas por sí solo, no quiere que lo acompañes a ningún lugar, no quiere acompañarte a ti a ningún lugar. Desprecia algún plan, huye cuando hablas sobre planes futuros y empieza a independizarse cada vez más. Te demuestra que ya no tienes ningún efecto en su vida.
Y una de las señales más comunes de desamor es la irritabilidad. Todo le molesta, la forma en que hablas, la forma en que vistes, tus opiniones, que le preguntes sobre su día o su trabajo, la comida que preparaste, TODO. Absolutamente todo de ti le molesta, arma episodios de furia por cualquier trivialidad. Eso te deja claro que ya no te ama.
Y bueno, claramente, si la intimidad ya no es constante o más bien nula, no lo dudes, algo muy grave está pasando. O bien está saliendo con alguien más y evita estar contigo, o simple, pero triste, ha dejado de sentir amor por ti. Cuando se trata de falta de amor, la intimidad disminuye progresivamente a diferencia de cuando se trata de una infidelidad.
Un infiel normalmente no tiene en sus planes serlo. Se le presenta la oportunidad y aunque la mantenga siente un poco de culpa y por eso ocurre un cambio drástico en la intimidad. En cambio cuando se trata de desamor esa disminución es paulatina, ya no tiene interés y cada vez es menos.
No te quedes con alguien así, tal vez no rompa la relación por miedo a hacerte daño, pero estar así es un calvario para ambos. Y si te mantiene a su lado solo para tenerte como una opción, entonces más rápido debes huir.
Texto original: albertespinola.com ©Todos los derechos reservados