Hoy he caminado cerca del mar y observando el horizonte, a lo lejos, he podido comprender un nuevo sentido de vida.
Me he preguntado:
“Si la amo… ¿por qué no voy junto a ella?”
He parado inmóvil y mi piel se ha erizado por completo, mientras dos lágrimas me han hecho sentir vivo cuando caían por mi rostro.
Me he mirado las manos llenas de amor por darte y una brisa fresca me ha hecho sentir frío en la cara. Por la humedad pintada de mi llorar.
En ese momento, lo he podido sentir y comprender.
Eres tú mi amor. ¿Quién más?, sólo tú cariño.
Tú eres quien sabe todo de mí y quien me da lo que yo merezco.
Ni más ni menos. Lo justo para no sentir que te necesito y lo suficiente para ver que no quiero vivir sin ti.
Que no puedo vivir sin ti porque te extrañaría mucho. Demasiado, creo yo.
Me he dado cuenta de que tú y yo somos como un papel escrito. Como tú el papel y yo las palabras… que el uno sin el otro, no tienen existencia o fin.
Las palabras no pueden vivir y dejar huella sin un espacio en el que quedar escritas y el papel no puede decir ni contar nada si se mantiene intacto y en blanco.
Los dos juntos podemos ser poesía y amor.
Podemos convertirnos en una unión para la historia.
Podemos ser recordados hasta la eternidad.
Pero tenemos que escribir nuestro próximo futuro… con mis palabras en tu papel.
¡Te amo! ¿Quieres casarte conmigo?
Autoría, Edición y publicación: Albert Espinola