Cuando vives debajo de un velo de duda, decepción e inseguridad, hasta llegas a agradecer que tu hombre tenga una amante. Es como el pase de salida, la gota que derramó el vaso, la decisión definitiva de decir adiós e iniciar una nueva vida.
Si estás en una relación en la que ya no sientes el amor, que la indiferencia acaba con tu alma y la incertidumbre de cada día te agota, necesitas apartarte, necesitar mirarte y ver que tú mereces estar bien, sentirte bien, sonreír y ser feliz. Mereces todo lo bueno, pero sé que es difícil despegarte cuando ya hay un vínculo emocional muy grande. Las dudas te carcomen, temes perder a alguien que te costó mucho conquistar y temes acabar con la relación a la que le has dado tanto de ti.
Pues, bajo estas circunstancias, que tu hombre tenga una amante tiene ventajas para ti. A pesar de la insistencia en seguir trabajando en la relación cuando te das cuenta que tu pareja tiene una amante, en el fondo no te sorprende, y te alivia. Es como la señal que necesitaba tu mente para decir: “Ya no más”. Y si se trata de ese hombre miserable que después de la indiscreción te pide perdón y espera que sigas con él, se te hace más fácil sacudir toda esa duda y responder con mucha seguridad: ¡que se vaya al carajo!
No es un secreto que a una mujer le cuesta más decir adiós porque mantiene la esperanza de que él cambie, de que se dé cuenta que tiene a su lado a alguien dispuesta a hacer lo que sea por él. Es capaz de dar múltiples oportunidades, pero al saber que tiene una amante es como el punto de no retorno, el fin a algo que ella misma no podía terminar.
Suena un poco descabellado si lo miras desde una perspectiva general, pero cuando estás en una relación que no hace más que volverse fría y horrible, tiene sus ventajas que tu hombre tenga amante:
Es la evidencia definitiva que te libera de dudas. Antes tenías dudas, antes no tenías la seguridad de alejarte, seguías creyendo que las cosas podían cambiar. Eran tus esperanzas arriesgándose a sobrevivir a su indiferencia y su desamor. Luchabas cuanto podías aunque estabas por quebrarte. Y una amante resulta ser la evidencia definitiva que te libera de dudas. Toda incertidumbre desaparece, se te aclara la mente y ves perfectamente lo que debes hacer.
Te muestra que no te merece. Te faltó el respeto, te mintió y engañó, llegó al extremo de daño que te podía hacer. Tus ojos se abren y te das cuenta que ese individuo no te merece. No vale tu esfuerzo, recuperas las fuerzas que necesitas para alejarte y velar por tu bienestar. Te duele ese engaño más, pero es un punto de inflexión hacia el desprendimiento y el desapego.
Es la sentencia de libertad. Que tenga una amante es como si te dieran una sentencia de inocencia, de libertad. Te culpabas una y otra vez por no lograr conquistarlo al 100 por ciento, por no tener toda su atención, por no hacer que te amara como querías. Pero ahora ves que el hombre siempre fue un idiota inmaduro que no sabe lo quiere y te tenía como una opción. Allí tienes tu libertad.
Sé fuerte mujer, aprende a valorarte, a no permitir que en el amor te disminuyan. Las relaciones son para experimentarlas ambos al máximo, ambos, no puedes ser solo tú quien se esfuerce.
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