“Sólo pierdes aquello a lo que te aferras.
Porque presionas y destruyes.
Porque asumes y controlas.
Porque encierras y no liberas.
Porque te apropias y alejas”.
-Albert Espinola-
Porqué puedes perder a tu pareja
Cuando en tu vida, o en tu vida de pareja, tiendes a querer tener todo controlado, todo sujetado y apropiado, sueles alejar eso que se supone que tanto amas. Ahogas hasta tal punto que provocas que, lo que más amas o quieres, se aparte de ti.
En otra ocasión, en este mismo blog, ya escribí sobre el ejercicio del anillo, en el que el artículo habla de porque tu pareja se aleja de ti en realidad, y es de suma importancia que puedas comprender esto y puedas comprender: qué consequencias puede traer dicha actitud en tu vida.
Soltar es amar
Cuando amas de verdad, acercas en tu vida, porque no pretendes adueñarte de nada ni de nadie y ese amor que entregas con libertad, lo recibes con frescura y alegría. Jamás con distancia o amargura.
Es bueno que comprendas este error: No pienses que cuánto más quieres una cosa, cuánto más crees que porque la aprietes o sostengas, más será tuya. ¡Compréndelo!, será todo lo contrario.
Si agarras, haces daño; y aquí de lo que se trata es de acompañar y dar placer y salubridad. No de llevar a nadie atado a tu vida con una correa… como si de un animal que quieres pasear se tratará.
Es sencillo, imagínate que fuera un chocolate, si lo apretaras con tu mano, con fuerza cerrando el puño, para no perderlo y que así quedará en tu pertenencia, cuando te cansarás de sostener, abrirías la mano y el cocholate lo presenciarías derretido, sin forma y prácticamente sin cuerpo. Con su esencia derretida y destrozada.
Si eso mismo haces con una personas; ¿crees que se sentiría bien estando a u lado?
Sí, se aleja de ti, porque cuando lejos de ti está, bienestar siente. Es por eso que muchas veces las personas no quieren seguir en las relaciones, porque dichas relaciones aprietan tanto que perturban su misma esencia hasta el punto de sentirse destruidas por la relación. “Así es normal que te desee lejos y no cerca”.
A continuación te dejo el ejercicio del anillo, que en su día escribí, para que termines de comprender qué es el apego y que es amar con libertad.
Ejercicio breve de conciencia. “El anillo”
Primero de todo agarra un anillo que tengas cerca de ti para empezar con este ejercicio.
Una inspiración y un ejercicio que te podrá ayudar en tu vida:
Toma un anillo o algún objeto que tengas cerca de ti en este momento y ponlo en el centro de tu mano. Hazte la idea de que este simboliza que es tu amado o aquella cosa por la cual te aferras y no quieres perder. Lo natural es que sientas las ganas de cerrar el puño y mantenerlo apretado y bien sujeto para sentir que es tuyo.
Haz la prueba: ¿verdad que es así? e incluso tal vez ya lo tienes amarrado desde antes de haber leído esto.
¡Ok! Llegados aquí, si te digo que este es el modelo en el que vivimos aferrados. Si te digo que estés durante tus próximas 24 horas apretando este objeto para que no lo pierdas; con el tiempo y las horas te darás cuenta de que tu mano no aguanta, que te estás haciendo daño y por no mentar el objeto o el anillo que seguro está prensado, agobiado, adolorido y si fuera un chocolate estaría totalmente desecho y aplastado.
Simplemente este aferramiento te hace sufrir a ti y a tu amado. Los dos al mismo tiempo.
Date cuenta de lo fácil que es comprender la solución a esto, es simple, es amor, es consciencia, es naturalidad e inteligencia, es dejar de ser torpe y perturbador, es ser ágil, ligero y fluido como el agua, es amarte a ti mismo/a y amar de verdad a tu compañero en toda su pureza.
¡Fíjate ahora, aquí bien lo bueno! Voltea tu mano con la palma mirando al cielo y abre tu puño cerrado con los dedos bien estirados. Tu objeto o anillo sigue permaneciendo en el centro de tu palma, sientes alivio porque has dejado de aferrarte y además lo sigues teniendo contigo. Sin apego no se irá ni se aplastará. Ahí seguirá.
¡No Lo Has Perdido Aquí Está Acariciando Aún Tu Piel Y Sigue Junto A Ti Por Amor!
Los dos ganáis y podéis empezar una nueva vida sin aferramiento con este ejercicio y modelo de vida y de pensar.
Abre tu mano no vas a perder lo que más amas en esta vida. De esta forma serás más feliz, tú y tu querido amor.
Recuerda: Querer es poseer y sufrir. Amar es soltar y ser libre.
Autor: Albert Espinola © Todos los derechos reservados.