Pueden pasar otros trenes, sí, pero hay trenes que sólo pasan una sola vez en la vida. Y tú acabas de perder a una mujer que difícilmente volverás a tener en tus brazos.
Una mujer entregada y de un corazón enrome. Esa que se preocupa por tus cosas del mismo modo que de las suyas. Esa mujer que tú eres tan importante en su vida, como lo es ella para la suya.
Una mujer que estaba enamorada de ti. Que no le importaban tus defectos, y menos tu pasado. Que te aceptaba tal cual eres y que encima te ayudaba a crecer como persona.
Ella deseaba amarte y estar tu lado, a las buenas y a las malas. Y de verdad te digo, debes ser muy tonto para llegar al punto de perder una mujer así. No sé en que debías estar pensando, pero seguro, tarde o temprano te arrepentirás, de no haber estado a su altura. De no haberte comprometido y haberte tomado en serio esta relación. Una relación que tenía futuro. Una relación como las que no hay, y que difícilmente volverás a encontrar.
No era necesario enamorarla y luego no hacerte cargo de ello. Te lo has tomado todo como por el pito del sereno.
Ella no es una mujer que pide grandes cosas, ni regalos caros ni nada por el estilo. Es decir, que no hay excusa, porque en realidad lo único que ella te pedía era tu cariño, tu fidelidad, respeto y tu amistad.
Le has fallado muy duro, y eso no te lo dejará pasar, por más que te ame, ella es una mujer muy digna y esto que le has hecho no te lo permitirá. Sí te perdonará, pero ya no te verá nunca más con los mismo ojos, pues se ha decepcionado por completo. Y una mujer de este calibre, cuando se decepciona, no hay nada que se pueda hacer. Sabe que ya no podría confiar nunca más en ti.
Es una mujer de dar todo, pero todo, y de la misma forma espera lo mismo de ti. Y si no lo recibe y encima le faltas: ¡Vete despiendiedo de ella!
Ahora ya no le vayas detrás, no hace falta que te molestes. Sé que lo intentarás, pero no creo que te dé resultado. Ella sabe lo mucho que vale y tú no la mereces.
Despídete de su: Café por las mañanas; de esos platos que cocina con amor. De sus preocupaciones para que vayas bien vestido y guapo. De esos detalles que te traía cuando salía a comparar. Olvídate de sus despertares preciosos con su sonrisa única. Despídete de ella entera. Ya es historia para ti. Ya no habrá más atenciones como las de ella para ti.
Ella debería haber sido tu prioridad, ¿no ves el mujeron que te has perdido? A eso se la llama fracasar amigo. Sí, fracasar y ser un fracasado, porque si no eres capaz de ver el gran ser humano que has perdido, es que eres una fracasado.
Ahora no te lamentes, no vale la pena. Lo que tienes que hacer es aprender de tus errores, y darte cuenta de que no puedes volver a caer en estas fallas tuyas con los demás. Y menos con una mujer como ella.
Ahora, a ella, yo la veo muy bien. De algún modo ya ha pasado este mal trago, la veo guapa como siempre, incluso más. Y créeme, algún hombre, algún buen hombre se reirá de ti cuando vea que no fuiste capaz de cuidarla. Y es allí cuando la veas junto a él, que te dirás a ti mismo:
¡Qué pena y mediocre que fui! ¡Este ha sido el gran error de mi vida!
Autor: Albert Espinola © Todos los derechos reservados.