El hombre que no le da importancia al amor de una mujer paciente, siempre da por sentado lo que ella siente. Cree que puede hacer cualquier cosa sin sufrir las consecuencias porque el amor de ella siempre será paciente y sin importar qué ella lo esperará y perdonará. Error, grave error, todas las personas tienen un límite, incluso la más paciente y amorosa de las mujeres.
Crees que te va a esperar, que va a perdonar tu ausencia mientras decides qué hacer con tu vida. Crees que ella aguantará las noches solitarias y las lágrimas que le provoques solo porque te ama. Ese es un pensamiento muy egoísta. ¿Acaso crees que ese es el rol de una mujer en una pareja? Que debe esperar pacientemente hasta el final y sin importar lo que pase porque ella decidió estar contigo. Qué mal está ese argumento, y de paso, muchos hombres afirman después que ella finalmente se aparta que no tuvo el amor suficiente para esperarlo.
Siento decepcionar tu mente pequeña y cerrada, pero las mujeres no son tan estúpidas como crees. Muchas pierden el sentido cuando se enamoran, se comprometen con los ojos cerrados a un amor que parecía hacerles bien, algunas son ingenuas en creer que un hombre inmaduro cambiará en algún momento y por eso dan múltiples oportunidades. Tienen la esperanza, pero la paciencia tiene un límite en quien sea.
Una mujer cree firmemente que si trabaja duro en mostrarte su amor, en algún momento cambiarás tu forma de actuar con ella, tiene fe en tu potencial como hombre. Hasta que llega un punto de no retorno en el que debe pensar más en su bienestar que en tu amor absurdo.
Una vez que una mujer haya tenido suficiente de lidiar con tus inseguridades y tu falta de decisión, ya no hay vuelta atrás. Ella no va a sacrificar toda su vida esperando algo que nunca llegará. Esperar a que descubras qué es lo que realmente quieres es agotador, a ella se le va el tiempo, la autoestima y las energías en ese trayecto. Y ya no puede sacrificar más de sí misma. No es tonta, es una mujer comprometida que resistió todo lo que pudo a la espera de que fueras el hombre que merecía.
Se dio cuenta que esa espera era absurda, que no valía la pena y se recordó a sí misma que el amor que se tiene es más fuerte.
Decidió no pasar más dolor ni agonía por esperar a alguien que no está seguro de lo que quiere. Prefirió elegirse a sí misma y se marchó. Tú experimentarás confusión e ira, creías tenerla controlada, creías demasiadas cosas absurdas. Creíste que su amor era suficiente para estar toda la vida infeliz esperándote. Y cuando te des cuenta que fue tu error, te vas a arrepentir de no haber sido el hombre que ella merecía.
Una mujer dispuesta a darlo todo quiere en su vida a un hombre que esté seguro de ella y de sí mismo. Alguien que no tema elegirla cada día, que no salga a buscar nuevas opciones porque la tiene a ella. Ella no solo lo quiere, también lo merece, es un alma bondadosa que merece ser feliz.
Tristemente, la vida no es una comedia romántica en la que todo se remedia y los héroes quedan juntos. No creas que ella va a volver a ti porque sufras una iluminación drástica que te haga ver lo equivocado que estabas. Una vez que ella dice adiós no hay vuelta atrás. Y por ello todo hombre termina arrepintiéndose de perder a la única mujer que lo esperó por mucho tiempo para que él se decidiera a ser el hombre que merecía.
Redacción original: albertespinola.com