«¡Ya he esperado demasiado!», quejarte no hará que las cosas se apresuren o que sucedan, y si no llegan, ciertamente quejarte tampoco te va a ayudar a sentirte mejor. Si piensas de forma negativa, atraerás únicamente aspectos negativos a tu vida. Una parte esencial de la espera de que llegue el empleo correcto, la oportunidad correcta o la pareja ideal es dejar de esperar. No esperes, no pienses en que está por llegar y deja de preguntarte cuándo será que llegará. Simplemente deja de pensar en ello y enfócate en tu presente.
Enfócate en la persona que eres y en la que te quieres convertir, a veces para encontrar las cosas que quieres, simplemente tienes que dejar de buscar.
¿No te ha pasado? Buscas algo que necesitas con desesperación, revuelves toda tu casa y nada, no lo hallas, te resignas y sigues adelante con tu vida, y un día, cuando haces cualquier otra cosa te encuentras con ese objeto que tanto buscaste hace tiempo. Así pasa con la vida. Las cosas que quieres llegarán en el momento correcto.
Además, la vida te irá enseñando que a veces lo que quieres para tu vida no es lo que te hará más feliz y te irá presentando nuevas oportunidades que puedes degustar, probar, mantener en tu vida y seguir. La vida es una constante prueba de ensayo y error y lo que más influye en ella no son los eventos que te sucedan, son las decisiones que tomas y la actitud que tengas frente a ellas. Tú tienes el control sobre todo lo que pasa en tu vida, tú decides cómo te va a afectar y a qué grado de intensidad.
Así que ya deja de quejarte por lo que no ha llegado a tu vida y empieza a valorar y mejorar lo que eres y tienes ahora. Todo llega a ti en el momento correcto. Solo necesitas ser paciente, vivir el presente, disfrutarlo, acentuarlo, hacer que mañana veas con una sonrisa lo que vives hoy. Cuando menos lo esperes, tendrás ese trabajo soñado y entenderás que no era algo que sucedería de un día para otro. Cuando lo empieces a analizar ya habrás logrado muchas cosas en tu vida. De repente te verás al lado de alguien maravilloso y entenderás que el amor no llegaba de un momento a otro. Si no que fue algo que se formó lentamente y con mucha comprensión y pasión.
Deja de buscar y empieza a atender lo que eres ahora, aprecia lo que va llegando y trabaja duro para mejorar tú. Para convertirte cada día en una mejor versión de ti mismo. Deja de preocuparte por el futuro y de sentirte mal por lo que no has conseguido. Si solo esperas a que esas cosas pasen para ser finalmente feliz, te lo digo desde ya, nunca serás feliz.
La felicidad no la encuentras en los objetivos finales. La encuentras en el camino a alcanzarlos, en los pasos que das cada día, en las personas que te acompañan, en los detalles pequeños.
Sé feliz cada día y todo lo que llegue a tu vida siempre será una buena recompensa.
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