Pensé que tendría la paciencia para esperar por ti, para que tu amor hacia mí se terminara de desarrollar, pero ahora el amor que te tenía se está desintegrando por tus acciones. O por tu falta de acciones. Ya no luchas por mí, ya no haces nada por mí que me haga sentir amada o que siquiera me haga sentir que te preocupas por mi bienestar. Lo único que tienes para darme es un amor a medias que me ahoga.
No ser una prioridad duele tanto que te llegas a sentir poco suficiente, te baja la autoestima después que te sentías tan segura dentro de la relación. Así que empiezas a hacer de todo para recuperar su atención y es tan agotador que en vez de lograr que tu chico vuelva a sentir amor por ti, lo que haces es que te provoque asco su convivencia. La frustración por no ganarte completamente su amor te rompe en diferentes formas, dudas de ti misma, de tus habilidades y tu propio amor hacia él.
Un amor a medias es como andar por la vida sin estar segura de nada. Es deprimente y horrible porque te ves en una posición de debilidad, te culpas a ti misma de no conseguir ese amor cuando simplemente estás con la persona equivocada. Estás con alguien que no tiene deseos de comprometerse por completo mientras tú luchas hasta fatigarte. Alguien así no vale la pena tu esfuerzo, aunque sea un buen hombre que no fomenta las discusiones acaloradas ni la violencia tú mereces a alguien que te ame con locura y profunda pasión.
Una relación de pareja se fundamenta en el trabajo mutuo y en una recopilación de valores necesarios para prosperar como pareja como el respeto y la honestidad. De la misma forma que se espera de ambas partes hagan un trabajo arduo para la construcción sólida de la relación.
No es un juego, no es dar migajas de atención y ya, no, el amor es esfuerzo, el amor es atención, el amor es afecto y preocupación. El amor no se alimenta solo de mariposas en el estómago, necesita de mucho más.
Un amor a medias es mediocre y en vez de fomentar la felicidad, fomenta la destrucción del alma, da lugar a las inseguridades, a los miedos, a la insatisfacción y la frustración. Un amor a medias hay que desecharlo, ponerlo a un lado para seguir adelante con tu vida sin esos efectos nocivos para tu salud emocional. Quien te brinda un amor a medias no le interesas realmente, no está comprometido contigo. Déjalo ir, por tu propio bienestar y felicidad.
Te aseguro que habrá muchos deseosos de darlo todo por ti y ponerte en un pedestal porque eres demasiado especial y debes verlo tú misma para que alguien más lo valore.
Mereces un amor de esos que te tocan hasta los huesos, un amor a medias da asco, no te conformes con uno.
Si esa relación en la que estás no te llena, no te hace sentir satisfecha si no que más bien sientes que te frena, que te desmotiva, por favor aléjate. Tú tienes tus propias metas y un buen amor debe apoyarte en ellas, no hacerte sentir mal y quitarte la inspiración.
Sé valiente que la vida es dura, sí, pero tú controlas con quien compartirla que te brinde los mayores beneficios.
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