Es comprensible que estés agotada, cansada de recibir una y otra vez el mismo trato. Te decepciona que las relaciones en tu vida salgan mal. Has tenido que pasar por dificultades y te has hecho a la idea de que el chico ideal para ti nunca llegará. Ves a todos los demás tener éxito y te niegas a creer que eso es para ti.
Ya llevas la marca en el rostro, la de la decepción. Perdiste la esperanza y ya no crees que haya alguien que te puede amar y respetar.
Aunque lo quieras ocultar hay tristeza en tus ojos, lucen un brillo de desesperación, sientes que hay algo malo contigo, que no estás hecha para las relaciones. Pero no es así, estás viendo el panorama desde una perspectiva errada. Lo que pasa es que has sufrido mucho y buscas ocultar el dolor, pero ya no puedes.
Tú eres una buena persona, tu alma es transparente y por eso lo das todo cuando estás en una relación. Pero sin importar cuánto intentes cubrir esos temores y mostrar al mundo una fachada de fortaleza e intrepidez, no es así como te sientes.
Llevas inquietud en tu corazón porque es un órgano que ha amado mucho y ahora está frágil y adolorido. Te lo han roto en diferentes ocasiones, has amado más de lo que podrías soportar porque el amor es lo que te motiva e inspira, y sin importar quien estaba a tu lado no bajas la intensidad de tus emociones. Te han dicho muchas veces que tu presencia es lo único que necesitan para ser felices, pero esas mismas personas terminan traicionando tu confianza y rompiendo tu corazón.
Tu mirada dice todo eso, ¿y quién te va a culpar de sentirte así? ¿Quién te va a culpar por creer en el amor tantas veces? Nadie te puede culpar, creer en el amor es una fortuna así que no dejes de creer por el daño que te hayan hecho. Tú no tienes ningún defecto, no hay absolutamente nada de malo en ti ni eres una tonta por decidir amar desde el fondo de tu corazón.
Mostrarte vulnerable tampoco te hace una tonta. Vivimos en un mundo demasiado cruel y debes estar orgullosa de seguir confiando en el amor. De ser quien eres.
La gente está olvidando el sentido de la empatía. Ya a muy pocos les importan las emociones de los demás. Si estás herida, qué importa, ellos sacan su ventaja y se marchan. Y mientras puedan te siguen usando para sacar algún tipo de ventaja, sin anestesia, sin piedad. Pero, lee bien, eso no significa que debas rendirte.
Sé que es difícil seguir confiando y seguir adelante después de todo lo que has vivido, pero por favor, no pierdas la fe. Entiendo que muchos hayan corrompido tu alma, te convirtieron en una mujer triste y te hicieron perder la esperanza; pero un día, un día que no esperas, llegará una persona a tu vida que te hará entender con palabras y acciones que tú eres una mujer maravillosa y más que suficiente.
Vendrá cuando menos lo imagines y te sentirás como si estuvieras en medio de una película de romance en donde todo es perfecto. Sus ojos van a encontrarse, sus manos van a tocarse y sus almas se conectarán como jamás pensaste que sucedería. Para entonces sabrás que es la persona que has estado esperando toda la vida, que fue por él que ninguna relación funcionó antes.
Te dará todo lo que siempre esperaste, te amará sin condiciones, te hará ver lo valiosa que eres; te demostrará que el verdadero amor sí existe, jamás intentará cambiarte porque te amará tal y como eres, con tus manías y tus defectos, con tu pelo despeinado y tus malas palabras. Te amará completamente.
Un día llegará esa persona y ya no habrá más incertidumbre, sabrás que sí eres más que suficiente, solo que no habías encontrado a la persona correcta.