Un día cuando te des cuenta que fuiste un completo idiota y que perdiste a una chica especial, que te amaba con locura y estaba dispuesta a hacer lo que fuera por ti, verás cómo otro la besa con amor y te arrepentirás. Te arrepentirás de haber dado su amor por sentado, de haber pensado tantas veces en otras opciones, por creer que ella solo era una más.
Las mujeres más maravillosas son esas que se quedan a tu lado e insisten en luchar por ti aunque tú tengas algunas dudas, pero lamentablemente para ti esas mujeres también tienen un límite.
Y una vez que digan ya basta, que se cansen de esperar, de esforzarse en vano porque tú no actúas en favor a ellas, entonces ya no habrá marcha atrás. Cuando se deciden a decir adiós, es para siempre porque después de tanto resistir llegan a un punto de quiebre en el que comprenden que deben pensar en su propio bienestar y no habrá discurso ni palabras bonitas que las hagan cambiar de opinión.
En un principio te dará igual lo que ella decida hacer con su vida porque no la sientes como tuya, y hasta le reprochas que te deje; para liberarte de culpa eres capaz de decir que no te tenía el amor suficiente para esperarte. Qué poco considerado ante tanto esfuerzo de su parte. No le das tanta importancia y será cuando la veas en brazos de otro con una sonrisa genuina que sentirás todo el peso de la culpa. Y créeme que te vas arrepentir de todas tus acciones, de tu indiferencia, el mal trato y de haber dado su amor por sentado.
Ella es un ser humano que da su amor, pero espera lo mismo de vuelta. Ella es una mujer increíble que merecía tu afecto, y ella no pedía mucho, solo quería que le demostraras que la amabas, que compartieras a su lado parte de tu tiempo, que te preocuparas por su vida y le expresaras tu amor. Ella no quería lujos, no quería el cielo ni la luna porque esas cosas se las busca ella solita.
Lo único que quería era tu amor incondicional y tú le ofreciste llamadas perdidas, mensajes sin contestar, palabras vacías, promesas falsas, cancelaciones a última hora y más razones para apagar su amor por ti. ¿Crees que ella merecía eso? ¿Crees que cualquier persona podría merecer ese trato? No, nadie lo merece y mucho menos ella que te entregó tanto de sí misma.
Lo peor es que eventualmente te va doler, sentirás un vacío existencial porque te darás cuenta que cometiste un error grave. La descuidaste, dejaste de ser el hombre amoroso que fuiste para convertirte en uno indiferente e hiriente. Le rompiste el corazón porque es que ella se alejó destrozada por dentro, pero sabiendo que era lo mejor para su propio bienestar.
Ahora la verás caminando feliz al lado de un hombre que la lleva de su mano con orgullo, este la besará en los labios con mucho amor y te arrepentirás de todo lo que le hiciste porque sabes que ella era una chica ideal que perdiste por tonto.
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