Las relaciones no duran si no hay compromiso para empezar y prosperar. No duran si no tienes la paciencia y las ansias de conocer a fondo a la persona que tienes a tu lado. Pero más que todo, una relación duradera se logra con perdón y comprensión. Dejar ir lo malo a través del perdón y aprendiendo la lección por medio de la comprensión del otro.
Si no se tiene eso en una pareja, entonces la relación no durará mucho. El perdón es vital para tener un alma tranquila, para sacar cualquier odio o ira del corazón. Vivir con amargura te daña, poco a poco rompe el equilibrio emocional que tienes para convertirte en una persona triste, con arrepentimientos y con resentimiento. Perdonar, aunque te duela todavía la herida que te dejaron, es necesario para limpiar tus emociones y quedarte solo con lo positivo.
En una relación verdadera el perdón es esencial porque siempre habrá errores. La convivencia de pareja es una consecución de pruebas de ensayo y error. Dos personas jamás podrán ser iguales, pensar igual ni actuar igual, es por ello que es esencial conocerse cada uno, aprender mutuamente con el tiempo y cometer errores para saber cuáles son los límites de cada uno.
Los errores no son terribles, demuestran lo que está mal para no repetirlo de nuevo, pero si no hay perdón sobre ese error, entonces la relación no prospera. Perdona, trata de ponerte en el lugar del otro para comprenderlo y ver que de un error esa persona crece emocionalmente. Además, también debes perdonarte a ti mismo cuando eres tú el que comete el error. Crees que quizá no merezcas un perdón y sufres por haber dañado la relación, pero no es así como debe ser.
También tienes que comprenderte a ti, lo que sucede en tu interior, lo que crees y tus expectativas. Las cosas no siempre salen como crees y podrías terminar equivocándote y poniendo en riesgo esa relación que tanto valoras. Sin embargo, mientras ambos sean comprensivos y estén dispuestos a perdonar para seguir creciendo como pareja, cada tropiezo será un punto de avance entre ambos.
Por supuesto, siempre y cuando esos errores no dañen por completo el bienestar o la confianza del otro.
Los errores y los tropiezos nos dejan lecciones de vida que nos enseñan mucho sobre los demás y sobre nosotros mismos. Es necesario madurar como pareja a través de las equivocaciones, las frases erradas y los límites de cada uno para conseguir tener una relación duradera.
Si estás decidido a buscar el amor real en tu vida, recuerda que no todo va a ser color de rosa aunque ames muchísimo y te amen con la misma intensidad. El amor amerita esfuerzo para durar, para fortalecerse y beneficiar al máximo a ambos. El amor se trabaja después de que se comprometen a estar juntos.
La decisión de permanecer en una relación requiere de madurez emocional, y eso incluye comprender a la persona que te va a acompañar, a no juzgarla por su pasado ni por las decisiones que haya tomado. Entender lo que sus ojos ven y entender que esa persona debe esforzarse de la misma forma.
También incluye perdonar, dejar ir lo malo y solo verlo como una lección para seguir adelante más fuertes que nunca.
Texto original: albertespinola.com © Todos los derechos reservados.