Si estás con alguien que no se esfuerza en ser una mejor persona ni contribuir en que tú también crezcas como persona, entonces esa relación NO es saludable. Tienes que estar consciente de la persona que tienes a tu lado, si ésta te está beneficiando emocionalmente o no, porque si no es así, entonces estás perdiendo tu tiempo y si aún no te ha roto el corazón, no faltará mucho para que lo haga.
Una relación saludable es esa en la que dos personas independientes se comprometen a ayudarse a que cada uno sea la mejor versión de sí mismo. Ambos deben esforzarse, ambos deben invertir sus recursos más valiosos en el otro, su tiempo, su paciencia, sus energías y su amor. Ambos tienen que ir de la mano, ninguno delante del otro, si no justo al lado, observándose, amándose, apoyándose.
Si no tienes la seguridad de estar en una relación saludable, analiza lo que tu pareja le está aportando a tu vida. ¿Sientes que él te hace ser una mejor persona o simplemente es alguien que está presente pero no incide de ninguna manera en ti? Puede que sí incida, pero de forma negativa. Y si es así, entonces tienes que analizar mucho mejor si vale la pena que sigan juntos porque si esa persona no aporta mejoría a tu vida, emocionalmente hablando, pues no lo vale.
Una relación saludable implica los siguientes factores:
Comprensión mutua
Entender la esencia de cada uno y aceptarla porque el amor nace de un reconocimiento total de la otra persona. Deben conocerse a profundidad y entender qué los hizo ser las personas que son, sin juzgar las decisiones del pasado y mucho menos las experiencias vividas.
Apoyo incondicional
Apoyo mutuo en todo aspecto, en las metas, con la familia, en las dificultades, en las condiciones duras de la vida, en las enfermedades y por supuesto en la felicidad.
Escuchar y no juzgar
Escuchar siempre con atención lo que el otro tiene que decir, no disminuir nunca a nadie porque cada uno tiene sentimientos propios, emociones que los dirigen. Jamás juzgar de inmediato la opinión que cada uno tiene sino escuchar con atención y entender el porqué de sus argumentos.
Motivar siempre
Una relación saludable es esa que se motiva constantemente a ser más y mejor. Que se inspiran mutuamente a lograr sus metas personales y se incentivan de una u otra manera para no desistir en sus sueños de pareja. Planean a futuro y trabajan juntos muy duro para llevar a cabo esos planes.
La lealtad
El cimiento más importante de una relación exitosa y saludable es la lealtad, la correspondencia en el amor y el afecto y la fidelidad. Sin importar qué, mantenerse leales hacia la pareja y apoyarlo en cualquier condición. No ser hipócritas, no ocultar información valiosa que compete a ambos ni engañar o mentir.
Una relación saludable deriva de todas estas cosas, del amor que se tienen, del respeto que se brindan, del apoyo que se dan y del compromiso que toman para mejorar mutuamente como personas.
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