Hay personas que no pueden frenar sus mentes y cuando se encuentran ante una situación que los involucra no hacen más que pensar y pensar y seguir pensando sobre las posibilidades. Las posibles causas, las posibles consecuencias. Se aferran a una idea, más aún cuando hay una predisposición.
El hábito de pensar una y otra vez las cosas puede darse después de una situación dolorosa en la que la desconfianza se rompe. Esa inseguridad hace que no vuelvas a creer en lo primero que ves. Tienes algo en frente que dice ser una cosa, pero tú en vez de elegir creer y pasar de ello, dudas y dudas otra vez sobre ello. Pues, sobrepensar las cosas puede decirse que es un mal hábito porque ocupas tu mente en trivialidades en vez de enfocarte en las cosas que más importan.
Sin embargo, también tiene algunos beneficios. Por ello te cuento algunas ventajas y desventajas asociadas al hábito de pensar demasiado:
Detectas cuando te mienten, pero te hace dudar hasta de las buenas personas
Cuando eres alguien que sobrepiensa todas las cosas que suceden en tu vida, te vuelves un detector ávido de mentiras. Puedes reconocer señales, gestos, palabras y expresiones que te hacen ver rápidamente cuando alguien te miente. Es un beneficio cuando quieres evitar a personas tóxicas y mentirosas que solo quieren sacar algún tipo de ventaja sobre ti.
Sin embargo, este hábito también puede hacer que alejes a las personas que tienen buenas intenciones contigo. El temor de dejar entrar a tu vida a la persona equivocada y las constantes dudas pueden hacer que la persona correcta se vaya de tu lado.
Es una barrera de protección, pero nunca se detiene
Sobrepensar las cosas es una estrategia de protección para tu corazón. Estableces límites, y dudas de todo y de todos, eso te hace alejarte de las personas equivocadas. Te sientes libre de personas negativas, te sientes con seguridad para defenderte y se te hace más fácil seguir adelante y tomar el control de tu vida.
Lo malo es que el hábito no se detiene, sigue y sigue aunque ya hayas alejado a todas las personas tóxicas de tu vida. Tu mente sigue yendo a gran velocidad pensando una y otra vez todo lo que te sucede, las decisiones que tomas, los caminos que eliges. No es sencillo vivir así, te puede controlar justo cuando creías ser libre de todo control y manipulación.
Eres más creativo, pero complica las cosas
Cuando soprepiensas tienes ideas nuevas, lo cual es muy útil si estás enfocado en un proyecto, en una tarea, en un empleo o en algo que te gusta y te entretiene. Ser creativo es una característica deseada para muchas personas. Y la persona que sobrepiensa todo tiene múltiples ideas a cada momento.
Sin embargo, con el tiempo todo se vuelve complicado, te cuesta tomar decisiones sobre tus propias ideas porque sigues pensando en las posibilidades. La vida es más complicada cuando le pones tanta atención a las trivialidades y básicamente a todo lo que sucede en tu vida. Lo haces todo más difícil y crees que todo tiene que ver contigo.
Pones más atención a los detalles, pero te hace sentir miedo
Sobrepensar es sinónimo de ser más atento. Una cualidad muy importante para darte cuentas de las cosas que otros no pueden ver en el primer intento. No se te escapan los detalles como no se te escapan las mentiras. Capturas todas las perspectivas antes de que sucedan, lo que te hace ser más sabio sobre la vida y las circunstancias.
Pero también sientes miedo cuando todo está encima de ti y no sabes qué hacer con ello. Temes no poder ser feliz, temes nunca encontrar la pareja ideal, temes que tus amigos te abandonen. Te duelen las emociones que se crean dentro de ti y es difícil transformar esos sentimientos cuando estás pensando el porqué de las cosas una y otra vez.
Puedes quedarte con lo mejor de ese hábito y desechar lo peor. Para eso debes tomar medidas. Relajarte es lo primero que debes hacer, haz actividades que te permitan estar en paz o meditar sobre tu vida, tus actitudes y comportamientos.
Tienes el control de tus acciones, incluso de la forma en que funciona tu mente. Solo abre tu mente y sé paciente.